LA NATURALEZA ONTOLÓGICA DE LA OBRA DE ARTE ES LA PROVOCACIÓN DE LAS INQUIETUDES DEL SER; ABRIRSE EN SUS ENTIDADES, SUSCITAR EN EL SER HUMANO LA RECIPROCIDAD DE DESCUBRIMIENTO Y ADQUISICIÓN. LA OBRA SE DESCUBRE AL APORTAR, EL SER SE DESCUBRE AL ADQUIRIR.

AL PENSAR EL SER RECREAMOS EL SER POÉTICO; EL SER DE PRESENCIA POÉTICA SE MUESTRA EN LA ENTIDAD IMAGINATIVA.

EL SER REAL, SE RELEGA POR SU ENTE, SUS FORMAS SUSTENTAN LA SUSCEPTIBLE DETERMINACIÓN TEMPORAL DE SU SER. SE DESCUBRE A SÍ MISMO DESPLEGADO A TRAVÉS DE SUS ENTIDADES.

LA OBRA DE ARTE ES LA MANIFESTACIÓN DEL SER HUMANO EN LOS FENÓMENOS DE SUS APARIENCIAS. ELLO SUGIERE AL SER EMERGER PARA ENCONTRARSE CON SUS PERCEPCIONES, COMO UNA CONMEMORACIÓN DE SÍ MISMO. ES EL FENÓMENO DE PENSARSE, DE DESVELAR SU PROPIO SER. ES EL EJERCICIO GENUINO DE LA LIBERTAD: EXPRESAR SU PROPIA VERDAD PARA RECONOCERSE EN ELLA.

LA BÚSQUEDA DEL SER HUMANO ES ENCONTRARSE, RESCATARSE DEL OLVIDO, DEL OLVIDO DE SÍ MISMO. ESTA BÚSQUEDA REQUIERE LA EXPANSIÓN DEL SER CON LA PRETENSIÓN DE ADQUIRIR LA TOTALIDAD DE LAS ENTIDADES INHERENTES A LAS POSIBILIDADES DE SU PROYECCIÓN.

EL SER HUMANO CONSCIENTE DE SU FINITUD, SE REVELA ANTE LA ANGUSTIA DE PRECIPITARSE EN EL ABISMO DE LA NADA, SE APRESURA A REGOCIJARSE AMPARADO POR EL DEVENIR DE LAS ENTIDADES TRASCENDENTES, PREDESTINADAS POR SUS MIRAS, A RECREARSE EN NUEVAS TEMPORALIDADES FUTURAS EXTERIORES A SU PROPIA REALIDAD.

EL SER HUMANO, ACOTADO POR LA EXISTENCIA REAL FINITA, SE DESCUBRE REHUSANDO SU SER INCONCLUSO. ÉSTE, ES EL PRECURSOR DE LA PRETENDIDA CONTINUIDAD DE LAS POSIBILIDADES ANHELADAS POR LA HUMANIDAD DE POSEER UNA EXTENSIÓN PONDERADAMENTE INFINITA.

WASSIM HATEM

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